Una de los principales fenómenos naturales que nos sitúan en la época otoñal es la proliferación de cientos de carpóforos, o estructuras reproductivas de los hongos, en nuestros bosques. Salir a contemplar su enorme diversidad de formas, tamaños y colores es un placer no sólo para el naturalista, sino también para el caminante o el habitante del medio rural.
La sequía que experimentamos desde el verano se traduce en un año pobre en setas, algo que comprobaremos en la celebración del IV Simposio de Micología, a celebrar en Calamocha los próximos 3-4 de noviembre. A pesar de todo, volvemos a hacer un llamamiento al uso responsable del bosque, recolectemos sólo aquellas setas que vayamos a consumir, siempre con precaución. Tratemos de respetar al máximo el entorno, para ver si el año que viene tenemos más suerte...
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