lunes, 8 de octubre de 2007

¿POR QUÉ UN DÍA NOS QUEDAMOS SIN PELO?


La verdad es que resulta bastante extraño ver un primate, un mamífero, que no esté cubierto completamente por pelo. Pero ese es precísamente nuestro caso. ¿Qué provocó ese cambio evolutivo y en qué nos beneficia?
Si existiese una relación directa entre el pelo y la temperatura exterior, los humanos de latitudes más frías tendríamos más pelo, frente a los que residen en desiertos o los trópicos, pero es algo que no se cumple, al menos de un modo claro.
El otro día, un documental sobre insectos parásitos me dió la clave: Perder el pelo implica una mayor dificultad de adherencia para piojos, garrapatas y otros parásitos, y favorece su temprana localización. Esto es algo que ya propusieron Los doctores Mark Pagel de la Universidad de Reading en Inglaterra y Walter Bodmer del John Radcliffe Hospital de Oxford. Según esto, la utilización de ropajes sería posterior a la pérdida del pelo, y la principal adaptación que nos llevaría a ocupar zonas más frías.
¿Será también esta la razón de la calvicie?

¿son los calvos más evolucionados que el resto?

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